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Matilde Selva, España
Cuando vengas
Alma desesperada que encontró en ti refugio
eres como la luna sobre el bosque nocturno.
Me guío por tu cálido reflejo amoroso
y por el cómo viva camino por el mundo.
Por el voy bordeando el límite del riesgo
hasta que lo quebrante herida de tu pecho
y llegue hasta tu alma como una llamarada
y hasta tu cuerpo llegue en suprema ternura.
Ahora tengo el vacío de tu espacio en mi cuerpo
y espero la llegada de tu ansia amorosa.
Como la tierra seca voy llamándote, nube.
Como el ave sin nido voy buscándote, árbol.
Cuando vengas y estés encendido a mi lado
y yo desesperada estalle entre tus brazos
con mi pecho repleto de amor contenido,
detenido ya el tiempo, te diré entre suspiros:
quiero a todos mis huesos plenos de tu médula.
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