|
|
Maura Echeverría, El Salvador, 1935
A mi madre
Para decir que te quiero,
viejita de mis amores,
he preferido el romance
y el lenguaje de las flores.
Penetra, viejita mía,
la flor de mi pensamiento
y sabrás que en tus esencias
se humedece mi contento.
Mi paladar exigente
con tu fulgor se encariña.
Es que al besarte las manos
vuelvo a sentirme tu niña.
Que yo te quiero, lo sabes.
Que tú me quieres, lo sé.
Pero es bonito decirte
que te quiero y te querré.
|
|
|