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Néstor Díaz de Villegas, Cuba, 1956
La oscura cantidad...
La oscura cantidad que se insinúa
debajo de tus blancos pantalones
es como un dios detrás de los telones
transformándose en héroe. Continúa
la acción: el dios escapa entre botones
de nácar, le abre paso una ganzúa
al brillante escenario. Sobreactúa
en la parte del rompecorazones.
Le hago llegar al triste camerino
un manojo de rosas tatuadas
y un ánfora del foro con su vino
hecho de aguas metamorfoseadas
cual corresponde a un pícaro divino
que ha encarnado el papel del rey de espadas.
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