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Noni Benegas, Argentina, 1941
La melancolía
Si soy feliz, ¿por qué yo no me entero?
¿por qué el matiz entre mejor y apenas
no alcanza a desligarme de mis penas
y estando bien también me desespero?
Si tengo mucho, ¿qué otra cosa espero?
y si poco, ¿por qué busco sirenas,
y bailo atada a un mástil con cadenas
al son de falsas letras que no creo?
¿Por qué no hago una playa de este piso
si tanto quiero arena, sol y luna
y mágica adivino tras la duna
la noche con sabor a paraíso?
Ese vaivén del alma es porque añora
el recuerdo de un algo que ella ignora.
Oficio de vivir
Pierdo el tiempo, lo sé, pierdo los años
y no avanzo, es verdad, más que dormida
durmiente, demorada, hallo salida
en soledad, en sueños, sin extraños.
Me ayudan a escapar los desengaños,
los versos y la música escondida
olvido que allí fuera está la vida
con su triste horizonte de peldaños.
Implosivo es amor, tal como un globo
se inflama a cada soplo, poco a poco,
ya no puedo mirarlo con arrobo
ni ya puedo tocarlo, nada toco
Mientras sueño florece en mi retina
una vida más libre, clandestina.
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