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Oscar Distéfano, Paraguay
La rosa
Radiante está la rosa en una esquina,
como una reina que en su trono exhala
aura y color en la vacía sala,
soberbia en su belleza femenina.
Bebe humedad del agua que adivina
los tersos pétalos, la ardiente gala,
mientras la luz de la mañana avala
la majestad de estética divina.
Bella la flor ignora que su vida,
truncada ya en el tronco cercenado,
ha ingresado en el reino de la muerte.
Así también, vertiendo despedida,
el sueño de vivir cuando acabado,
repite de la flor aquella suerte.
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