Pablo Antonio Cuadra,   Nicaragua, 1912


Una mujer desconocida

Preguntó la muchacha al forastero:
–¿Por qué no pasas? En mi hogar
está encendido el fuego.

Contestó el peregrino: –Soy poeta,
sólo deseo conocer la noche.

Ella, entonces, echó cenizas sobre el fuego
y aproximó en la sombra su voz al forastero:
–¡Tócame! –dijo–. ¡Conocerás la noche!


 
A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z

Página Principal       Spanish Poetry