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Patricio Armando Sánchez, Chile, 1959
Septiembre
Allí donde termina el firmamento,
es decir, en las altas arboledas,
se enredan volantines: y es el viento
quien los deja caer en las veredas.
Y los niños, alegres, van tras ellos
empujándose, apresuradamente:
los reflejos del sol en sus cabellos
esparcidos encima de la frente.
Baten alas gorriones y zorzales
en el cielo azulado cual estrellas
despiertas en los árboles frutales.
Y en el aire semejan a centellas
aquellos volantines, son cristales
con el paso del tiempo: sólo huellas.
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