Paulino G. Báez,   Cuba


Tedio

Medio día. Apenas atravieso
la calle, me asalta un joven mozo:
«Señor, el premio gordo; aquí lo llevo»
y lo ofrece con íntimo alborozo...

Un limpiabotas al pasar, me grita
y apresúrase a hacerme una limpieza;
después hallo un amigo que me invita
a tomarnos un vaso de cerveza...

Entramos en un bar donde borrachos
hay dos americanos; los muchachos
se mofan de los hijos del Tío Sam.

Que a esta playa los trajo el Minesota,
como amenaza de extranjera flota
y, como aviso de que en guardia están.


Chromos

Se iluminan las fuentes y croan las ranas.
Lunatizan dos gatos macilentos.
Se oye el tañir distante de campanas,
mientras rezongan, al pasar, los vientos.

No sabemos que mágico contento
despiertan las parejas trashumantes,
cuando empiezan allá en el firmamento
a abejear las estrellas rutilantes...

Los álamos se quejan dulcemente
y los chorros de plata de la fuente
nos dejan escuchar su tintineo.

La noche con sus sombras nos ampara
y pasa una mujer que despertara
el dormido dragón de mi deseo.


 
A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z

Página Principal       Spanish Poetry