Pedro Lezcano,   España, 1920


Morir en paz

Morir en paz con muerte de simiente,
sobre la tierra en flor recién llovida;
que la carne, si no superviviente,
llegue a ser por la flor supervivida.
Beber en lirios agua de rocío.
Ser un guijarro más en la corriente
del mar azul o el verdinegro río.
Que el cieno abajo esté, mirando al cielo,
que el cielo anide azul en su tejado,
que libremente el hombre pise el suelo,
con la mano en el libro o el arado.

La paz no es la mejilla que se ofrece
al beso indiferente o al castigo.
La paz es esa flor que nace y crece,
esa cansada mano que alza el trigo.
La paz es todo el hombre.
Todo el abrazo es paz, todo el abrigo.
Todo está comprendido en ese nombre:
el pan, el sueño, el hijo y el amigo.
La mujer ante todo es paz. Y ama
en paz, y vive, y crea;
y todo lo que sea
sobre la tierra es paz y paz se llama,
que sólo en paz se quiere,
y hasta se odia en la paz y en paz se muere.


 
A B C D E F G H I J K L M N O P Q R S T U V W X Y Z

Página Principal       Spanish Poetry