|
|
Ramón de Yubero, España, 1896
Poeta, pule el canto...
Poeta, pule el canto de tu rondel sonoro
en el taller augusto de tu real fantasía,
y haz que salte la frase como un chispazo de oro
saturado de ensueños, de amor y de poesía.
Busca el secreto oculto que encierra lo aparente;
funde todas las cosas en tu propio crisol.
–No hay más aristocracia que la que da la frente;
no hay pira más potente que la del propio sol–
Mago nauta que bogas por el mar de la vida
con un sueño en la frente y en el pecho una herida,
llevando a flor de labio tu divina canción.
Yo sé que en tus románticas horas sentimentales
florecen en tu pecho, sangrientas y espectrales,
como ascuas encendidas, tus rosas de pasión.
|
|
|