El amor errante Filas de caserones de vieja arquitectura que en el portón ostentan el signo de la cruz; sobre la calle hosca pasa la noche obscura como un fúnebre paño. Ni una voz, ni una luz. En esta casa tuya, quizás en las ojivas entre el silencio grave de la calleja sola, tejieron un murmullo de pláticas furtivas un linajudo hidalgo y una dama española. Mas, hoy es, ¡oh Señora! Un rondador nocturno, un bardo trashumante de rostro taciturno quien coloca la ofrenda de amor a tus umbrales. Y quien, bajo la noche, frente al balcón florido se angustia al ver el sacro blancor de tu vestido que cruza vagamente detrás de los cristales. Verdades amargas Yo no quiero mirar lo que he mirado a través del cristal de la experiencia, el mundo es un mercado donde se compran honores, voluntades y conciencias. Amigos... es mentira... no hay amigos la verdadera amistad es ilusión ella cambia, se aleja y reaparece con los giros que da la situación. Amigos complacientes sólo tienen los que disfrutan de ventura y calma, pero aquellos que abate el infortunio, sólo llevan tristezas en el alma. Si estamos bien nos tratan con cariño, nos buscan, nos invitan, nos adulan, mas si acaso caemos, francamente sólo por cumplimiento nos saludan. En este laberinto de la vida, donde tanto domina la maldad, todo tiene su precio estipulado, amores, parentesco y amistad. El que nada atesora, nada vale, en toda reunión pasa por necio; y por nobles que sus hechos sean, solo alcanzan la burla y el desprecio. Lo que brilla no mas tiene cabida aunque brille por oro lo que es cobre, lo que no perdonamos en la vida es el atroz delito de ser pobre. La estupidez, el vicio y hasta el crimen pueden tener su precio señalado. Las llagas del defecto no se miran si las cubre un diamante bien cortado. La sociedad que adora su desdoro persigue con su saña al criminal mas si el puñal del asesino es de oro, enmudece... y el juez besa el puñal. Nada humano es perfecto, nada afable, todo está con lo impuro entremezclado. El mismo corazón con ser tan noble cuantas veces se encuentra enmascarado. Que existe la virtud... yo no lo niego, pero siempre en conjunto defectuoso, hay rasgos de virtud en el malvado hay rasgos de maldad en el virtuoso. Cuando veo en mi paso tanta infamia, manchándome la planta de tanto lodo, ganas me dan de maldecir la vida ganas me dan de maldecirlo todo. A nadie habrá de herir lo que aquí digo, porque ceñido a la verdad estoy. Me dieron a beber hiel y veneno hiel y veneno en recompensa doy. Pero si tengo la palabra tosca con estas líneas turbias y sin nombre, doblando las rodillas en el polvo pido perdón a Dios... pero no al hombre. |
Wandering love Rows of big houses of old-fashioned architecture which sport the sign of the cross over their gates; over the rough street strolls the dark night like a funereal cloth. Not a voice, neither a light. In this house of yours, perhaps in the ojives in the solemn silence of the lonely street, a murmur of furtive talks was developed by a gentleman of good lineage and a Spanish lady. But, today he is, oh Lady! a nocturnal wanderer, an ambulant bard with a somber expression who puts an offering of love at your threshold. And, who, at night, in front of your flowery porch suffers upon seeing the sacred white of your dress when it crosses vaguely behind the French doors. Bitter truths I don't want to see what I've seen through the lens of experience, the world is a market where one can buy honors, free wills and consciences. Friends ... it isn't true ... there are no friends true friendship is an ilusion it changes, it goes away and it reappears with the turns that circumstances take. Only those who enjoy good venture and peace can presume of obliging friends, but those who are beaten by misfortune, just carry sadness in their souls. If we are well we're treated with affection, we're sought, we're invited, we're flattered, but if by chance we fall, frankly only as an obligation they greet us. In this labyrinth called life, where wickedness reigns supreme, everything has a stipulated price, love, lineage and friendship. He who owns nothing, is worth nothing, in every gathering plays the fool; and despite how noble his deeds, they only garner mockery and contempt. That which shines is the only thing accepted even if the golden shine is only copper, what we don't forgive in this life is the atrocious sin of being poor. Stupidity, vice and even crime may have a stipulated price. The sores of deffects are ignored if they are covered by a well cut diamond. A society that adores dishonor persecutes criminals viciously, but if the killer's knife is made of gold, it goes silent ... and the judge kisses the weapon. Nothing human is perfect, nothing affable, everything is mixed with the impure. Even a heart being so noble quite often is found disguised. That virtue exists ... I don't deny it, but always defective as a whole, there are traces of virtue in the wicked there are traces of wickedness in the virtuous. When I see so much infamy in my way, dirtying my soles with so much mud I feel like cursing life I feel like cursing it all. What I here say will hurt no one, because I'm bound to the truth. They gave me bile and venom to drink bile and venom I give as a reward. But if I utter crude words with these turbid and nameless lines, bending my knees onto the dust I ask forgiveness of God ... but not of man. |