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Rogelio Favio Hurtado, Cuba
Ignoras que te sueño
Ignoras que te sueño cotidiano
que regresando Tú vuelve la vida
y leve entre las manos se me anida
la aleteante alegría del verano;
A la mañana luego asciendo ufano,
contento de saberte en mí escondida
como suelta gacela consentida
combas el cuello, comes de mi mano;
Al dormirme te cito con ternura,
agradezco ese obsequio de la suerte,
si andando por la luz no puedo verte.
Tú me visitas en la noche oscura
y el corazón, que riñe con la muerte,
vuelve a latir nutrido de locura.
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