| 
 | 
 
 | 
 
Vicente Balaguet,   España 
  
Balada catalana
  
Rugiente pasión ardía 
en el alma del doncel; 
fuera de Ella nada había 
en el mundo, para él.
  
–¡Lo que a tu capricho cuadre 
–dijo a su amada– lo haré; 
si las joyas de mi madre 
me pides, te las daré.
  
Y ella, infame como hermosa, 
dijo en horrible fruición: 
–¿Sus joyas? ¡Son poca cosa! 
¡Yo quiero su corazón!
  
  
En fuego impuro él ardiendo 
hacia su madre corrió 
y al punto su pecho abriendo 
el corazón le arrancó.
  
Tan presuroso volvía 
la horrible ofrenda a llevar, 
que, tropezando en la vía, 
fue por el suelo a rodar.
  
Y brotó un acento blando 
del corazón maternal, 
al ingrato preguntando: 
–Hijo, ¿no te has hecho mal? 
  
 
 | 
 
 | 
 |