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Werner Ovalle López, Guatemala, 1928
Muerte y olvido
Sé que la muerte es noche duplicada
en un reciente más allá distinto
en donde no se sabe si el jacinto
es ave con raíz o flor alada.
Sé que el olvido corta con su espada
malezas inmaduras del instinto:
por eso cabe el hombre en su recinto
de antiguo Todo florecido en Nada.
Sé que la muerte es ser lo que no fuimos:
semejanzas de Dios, lunas sin suerte,
viñas en primavera de racimos;
por eso afirmo que el olvido es fuerte
pues hace no morir lo que vivimos
y vivir olvidados, nuestra muerte...
Diálogo de America
Nadie puede negar que el ruiseñor
tiene luz de maíz en la garganta.
Que la nocturna estrella silenciosa
tiene alas de maíz en la mirada.
Que el río, en el mar, en el océano,
sal y maíz son cónyuges del agua.
Que con maíz sembró Rubén Darío
su amapola de luz en Nicaragua.
Que como caña de maíz herido
García Lorca se quebró en España.
Y que con hombres de maíz se ha hecho
la patria espiritual de Guatemala.
Salve maíz, pan de América,
mínima catedral de la esperanza.
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