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Yanina Magrini, Argentina, 1972
Deseo de otro
Lo hacemos despacio
para que no vuelque,
no salpique
toda excitación
el abuso de la lengua.
Cuando no hay nada que decir
hacemos del oído
necesidad de palabra
en lo ajeno.
(Qué se yo, algo así vendría a ser el poema.)
Noticia de último momento
Otra vez un poeta
manifiesta en primera persona
el instante fantástico
de su lirismo.
Quiere morir. Matarse
con una rebanada de pan
o una hoja de lechuga.
Cree que puede irse
y dejar
su pequeño monstruo
afuera.
Todavía
Esta mano, querido,
tiene que matar primero
la sombra de su carne.
Así se conoce el golpe
la gotera en la matriz,
cambio de pellejo
no de ropas.
Alguien llegó antes, querido,
sumó los cuerpos y su carencia
agitó huesos a manera de pochochos
y dejó su dolor
sobre un lomo que resiste.
A mí, querido,
todavía me sangra la boca.
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