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Yván Silén, Puerto Rico, 1944
Cuando llegaba la noche
Cuando llegaba la noche
llegaba el infierno.
Yo tenía diez años. Era
el bastardo de Dios
en los jardines de la abuela.
Era ciego y
caminaba de atrás para adelante...
¡Oh, los niños solos
a pesar de la risa de las madres!
¡Oh, la muerte sola
a pesar de los cadáveres!
Yo quise oír el sonido de la muerte
en el sonido de los besos...
¡Soy el amante de Dios!
Más difícil que matar un pájaro
son las calles del exilio. Más difícil
que matar son las calles de la nada.
Más difícil qu'escapar a un amigo
son las calles de los sueños. Más arduo
que el cielo las calles de la carne. Más
arduo que nombrarte es el deseo
de beberte. Más oscuro que'l alma
es el sonido de tus manos y las hojas
redondas del otoño, y los murmullos
de la luna, y los gatos de la espera.
Más difícil que l'angustia son los pasos
de la muerte. Más incierto que Dios
los caminos redondos de la vida.
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