|  |  | Zacarías Espinal,   Dominicana, 1901
 
 
 Sobre la ojiva
 
 Así, sobre la ojiva del tejado,
 lamentando un silencio de amatistas,
 gemía sus congojas irrealistas
 la canción del crepúsculo cansado...
 
 Avivando sus blondas idealistas
 se hinchaba tu corpiño perfumado,
 a impulsos de tu seno aprisionado
 como un halam de caprichosas vistas.
 
 Al signar la oración en la cercana
 ermita del poblado, la temprana
 blancura de tu esquiva adolescencia,
 
 sintió la tentación de mis antojos,
 violando sobre el musgo sin enojos
 la equívoca virtud de tu inocencia.
 
 
 
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